El walabí es un animal muy parecido al canguro aunque de menor tamaño, es de su misma familia, y como el canguro es un marsupial, ya que mantiene a sus crías en su bolsa hasta que son lo suficientemente grandes y fuertes para sobrevivir fuera de ella.
El caso que voy a comentar se refiere a una especie de walabí, el walabí de las rocas de patas amarillas. Este animal nos sirve como ejemplo para demostrar que haciendo bien las cosas se puede llegar a recuperar una especie.
Hasta hace poco tiempo el walabí de las rocas estaba dentro del grupo de animales en serio peligro de extinción según la IUCN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza). Según han pasado los años gracias al programa de conservación de especies realizado por el gobierno australiano en Australia y en la Isla de Tasmania, la población de walabíes de las rocas se ha recuperado bastante y ha abandonado los primeros puestos en la lista de animales en peligro de extinción. El hombre como casi siempre fue el principal culpable en cuanto a la disminución de la población de este marsupial, ya sea destruyendo su hábitat o comerciando con ellos. El gobierno australiano endureció considerablemente las leyes que defienden, tanto a los walabíes como al resto de especies autóctonas de Australia y esto desencadeno en una mejora de los hábitats y en la biodiversidad del territorio australiano. Poco a poco confiemos en que el walabí desaparezca totalmente de la lista de animales en peligro de extinción.
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